El 4% que dejó al Atlético sin liderato

El 4% que dejó al Atlético sin liderato
El 4% que dejó al Atlético sin liderato

Madrid.- En su mejor partido en cuanto al juego de la presente temporada, el Atlético estuvo a punto de encajar su primera derrota. Solo un error del Villarreal permitió al campeón salvar un punto de un partido chocante (2-2), en el que no habría sufrido si hubiera contado con la efectividad necesaria: remató 23 veces, según LaLiga, y solo marcó un gol. Un escaso 4% de acierto.

Ante la telaraña defensiva que Unai Emery preparó en su visita al Wanda Metropolitano, el Atlético encontró los caminos ofreciendo su mejor versión combinativa, con Jorge ‘Koke’ Resurrección, el francés Thomas Lemar y el belga Yannick Carrasco ofreciendo sus mejores minutos del curso.

Fruto de esa insistencia, en la primera parte generó 13 disparos, algunos tan claros como el chut de Lemar que se estrelló con el poste izquierdo después de que lo rozara con el guante el portero argentino del Villarreal Gero Rulli, y un cabezazo del inglés Kieran Trippier al borde del descanso que desvió a saque de esquina el argelino Aissa Mandi. Ambos serían protagonistas en el autogol amarillo que dio a los locales el empate ‘in extremis’.

Otros diez intentos más llegarían en la segunda mitad, pero solo Luis Suárez cumplió en el apartado del acierto. En su primer partido como titular, el delantero charrúa -que acabó el encuentro lesionado en la pierna izquierda y no se incorporará a la selección uruguaya para los próximos partidos de las eliminatorias hacia el Mundial 2022-, participó muy poco, pero acertó en el momento justo: aprovechando un robo de Marcos Llorente a Alberto Moreno para rematar a gol el tanto que entonces suponía el empate (1-1).

Tan solo una jugada para el olvido entre Rulli y Mandi, con el guardameta argentino fuera de los tres palos en la pretensión de recoger directamente un centro a la desesperada del rojiblanco Saúl Ñíguez, y el central argelino cabeceando hacia su portería sin cerciorarse de la posición de su portero, dio al Atlético el empate, premio a su juego pero no a su puntería.

Todo lo contrario que el Villarreal, que remató dos veces y marcó las dos: Manu Trigueros y el neerlandés Arnaut Danjuma dieron el máximo rédito posible, un 100% de acierto, a los poquísimos acercamientos amarillos a la portería del esloveno Jan Oblak. «Hemos ganado un montón de partidos de la manera que pudo haberlo ganado el Villarreal», reconoció Simeone tras el encuentro.

De hecho, para ganar al Elche (1-0) necesitó solo ocho remates y contra el Celta (1-2) marcó dos tantos en 13 disparos. Desde la penúltima jornada de la temporada pasada, cuando necesitó 26 remates para marcar dos goles al Osasuna (2-1), el Atlético no generaba tantos remates como los que intentó ante el Villarreal. En la ‘final’ liguera ante el Valladolid, hizo dos goles en 14 disparos.

CUNHA, EL DEBUT QUE COMPLETA LA PLANTILLA
La mejora de la efectividad rojiblanca pasa por el acierto en la última incorporación del Atlético: el delantero brasileño Matheus Cunha, fichado del Hertha de Berlín alemán como alternativa en la punta del ataque y que disputó sus primeros 15 minutos como rojiblanco.

A su llegada a la entidad rojiblanca, los servicios médicos del club antepusieron la precaución, al detectar que una lesión muscular sufrida en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no estaba completamente recuperada, pese a que el jugador no sentía molestias. Pese a ello, el sábado entró en la convocatoria, e ingresó en el minuto 80 en lugar de Lemar, cuando el Atlético buscaba el empate.

«Entendíamos que estaba para poder jugar, nos decía que se sentía muy bien, participó, fueron los primeros minutos que tuvo contacto con el juego, no era fácil entrar en el momento que entró, enseguida mostró su buen juego de espaldas, fue dinámico para moverse… Esperamos que de, a poco, vaya tomando confianza y minutos para el equipo», analizó Simeone sobre su nuevo jugador.

Lo cierto es que Cunha ofreció muestras de lo que puede dar: fue capaz de combinar con sus compañeros en el borde del área y ofreció desmarques a compañeros como el argentino Rodrigo de Paul, con el que forzó un saque de esquina, aunque no tuvo ninguna ocasión de gol clara, más allá de intentar rematar un balón dividido que acabó en patada a Rulli.

La evolución de la dolencia de Luis Suárez, que se someterá a pruebas médicas en las próximas horas, hace aún más necesaria su adaptación a la plantilla rojiblanca, completa a expensas de que se concrete la cesión del colombiano Santiago Arias -posiblemente al Granada- y de que no haya sorpresas como una salida de Saúl Ñíguez, que no ha superado la categoría de rumor.

«Le dije a Saúl todo lo que pienso, lo que siento… De aquí al martes se verá qué sucede», dijo Simeone, para quien la plantilla está «compensada», hasta el momento. El técnico rojiblanco seguirá en vilo el cierre del mercado de traspasos para saber si se cumplen sus planes o hay movimientos de última hora.

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