Del esqueje al empaque: app uruguaya rompe tabúes y traza cannabis medicinal

Montevideo.- Desde el esquejado de la planta hasta el empaque final: así recorre la producción de cannabis medicinal la primera plataforma que, de la mano de una disruptiva «blockchain», rompe tabúes y garantiza transparencia en el paso a paso de su elaboración.

La iniciativa, creada y desarrollada en Uruguay por las empresas de software Aeternity e Inmind, marca un precedente, ya que, como señala a Efe Mariana Sanguinetti, directora de relaciones públicas de Aeternity, significa «un paso hacia adelante de innovación y vanguardia».

PROYECTO PIONERO
El proyecto, ideado en el Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT hace un año, fue pensado para la productora de cannabis medicinal Uruguay Can pero es, a su vez, pionero en el mundo al combinar el uso de «blockchain» (cadena de bloques) con la trazabilidad de un producto tan particular.

«No hay otras plataformas (de este tipo) existentes, ninguna que trabaje sobre la ‘blockchain’, que es un dato muy importante por esto de cómo quedan los datos almacenados allí y se vuelven inalterables, así que es absolutamente innovadora», destaca.

La directiva de Aeternity, compañía que brinda una plataforma para aplicaciones de alta escalabilidad, recalca que la base de la aplicación, desarrollada en ocho meses, tiene potencial para otras industrias.

«Se hizo una solución muy específica para Uruguay Can pero la idea es escalable a cualquier cadena productiva, esto se podría utilizar en agro, en la carne, en la leche (…) abre una puerta para muchas otras industrias», subraya.

UNA PLANTA TABÚ
Si bien se estima que los primeros usos medicinales de la planta cannabis sativa, conocida como marihuana, se dieron hace 4500 años, sus dotes psicoactivas generaron un tabú que llevó a que su consumo fuera ilegal.

Preguntado así sobre por qué el enfoque en cannabis medicinal, el cofundador y CEO de Inmind, Omar Saadoun, que lideró el proyecto, indica que se debe a que es en casos como este donde la «blockchain» tiene valor.

«En los últimos tres años hay una cantidad importantísima de proyectos y muchísimos que han fracasado porque le estábamos poniendo ‘blockchain’ a todo, ni siquiera nos preocupábamos de si tenía sentido o no y eso no permitía ver el real valor que estaba atrás», apunta.

Para el ingeniero de sistemas, la historia «compleja» de la planta y la poca fiabilidad en productos farmacéuticos con marihuana, incluso en un país como Uruguay, primero en legalizar la producción y el consumo de cannabis, hacen que la «blockchain» allí tenga impacto.

«Probablemente le preguntamos a diez personas qué es lo que opinan sobre el cannabis y van a decir es una droga ilegal, con toda la connotación negativa que eso pueda tener, entonces mostrar cómo se hace, cuál es el proceso que está atrás, es un gran punto a favor de este tipo de productos», resalta.

Por otro lado, Saadoun estima que trabajar con cannabis fue desafiante, ya que tuvo que aprender sobre la planta, sus propiedades y su procesamiento.

«Si tú me preguntas hace ocho o nueve meses sobre cannabis no tenía ni idea (risa), uno tiene que entender cómo funciona (…) y algo tremendamente importante es que esto lo van a utilizar personas y esas personas no necesariamente son técnicas», expresa.

MÁS QUE TECNOLOGÍA
Si bien aún no alcanza una difusión masiva, la «blockchain», asociada al desarrollo de criptomonedas como el «bitcoin», ha ido creciendo a nivel global.

Para el experto, aunque se la conoce como tecnología, la «blockchain» va «más allá», ya que implica un «contrato inteligente» que da garantías al usuario.

Allí, para Saadoun, está la clave de la plataforma, que permitirá a los usuarios verificar «por sus propios medios» los datos.

«Lo que hacemos es acompañar todo el proceso, en este caso desde el esquejado hasta el empaque, en cada una de las etapas guardando toda la información de operación por parte de los trabajadores», apostilla.

A eso añade que se registran tanto los tratamientos fitosanitarios como qué productos fueron utilizados, con evidencia física, como las fotos, para probar que fueron aplicados y lograr total transparencia.

En esa línea, Saadoun y Sanguinetti consideran que la app garantizará la calidad del producto y despejará dudas del consumidor, por ejemplo en cuanto a la concentración de cannabidiol, que varía en cada partida por la sensibilidad de la planta.

Asimismo, según Saadoun, la aplicación móvil alcanzada, que será probada en la próxima siembra de cannabis, entre junio y julio, será amigable.

«Eso lo logramos haciendo una aplicación muy sencilla de utilizar que no requiere interpretación; se autoexplica, no hay que hacer un entrenamiento pesado para saber cómo utilizarla y por lo tanto cumple con su objetivo», acota.

Por último, el ingeniero espera que abra la puerta a otras iniciativas similares, lo que, cree, se dará porque los consumidores van a querer empoderarse y saber más sobre los productos.

«Todo lo que ponemos en nuestro cuerpo o dentro de nuestro cuerpo empezamos a querer saber qué es, de dónde viene, cuál es su historia (…) y todo eso solamente es posible hoy por hoy a través de tecnología de ‘blockchain'», concluye.

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