Seúl.- El Banco de Corea (BoK) decidió este jueves subir los tipos de interés un 0,25 % hasta situarlos en el 1,75 % en el tercer alza de este año, en un intento por controlar la subida de la inflación por el encarecimiento de la energía y las materias primas.
El banco central surcoreano acometió dos subidas de idéntico porcentaje en enero y abril.
Esta es la quinta subida desde agosto del año pasado, cuando la entidad empezó a retirar los estímulos adoptados unos dos años antes para apoyar la economía en el contexto de la pandemia de covid-19.
El país está lidiando con una inflación creciente impulsada por el vertiginoso encarecimiento del petróleo, la energía y las materias primas por la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, que ha exacerbado los problemas en las cadenas de suministro globales.
El índice de precios de consumo (IPC) en Corea del Sur subió un 4,8 % interanual en abril, su mayor aceleración desde octubre de 2008.
Para el año completo, el BoK revisó hoy al alza su previsión inflacionaria desde el 3,1 % vaticinado en sus proyecciones de tres meses antes hasta el 4,5 %, lo que marcaría su mayor ritmo de crecimiento en 14 años, desde el 4,7 % de 2008.
También revisó a la baja sus perspectivas de crecimiento de la economía, que espera que crezca un 2,7 % en 2022, tres décimas por debajo de su previsión anterior del 3 %.
El BoK ha dicho que su prioridad es mantener la inflación bajo control, aunque se mantiene cauteloso ante la posibilidad de que el aumento del coste de los préstamos pueda frenar el crecimiento.
La economía de Corea del Sur viene recuperándose gracias a la solidez de sus exportaciones y se espera que el consumo crezca a medida que se relajan las medidas de distanciamiento y de otra índole a la par que la reducción de las infecciones.
Pero mientras se ha empezado a normalizar la covid, la situación geopolítica tensa, tanto en la península como a nivel global, está sembrando nuevas incertidumbres y el banco central surcoreano teme que el alza de tipos frene el crecimiento y lleve a una recesión.
El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) también está ejerciendo presión en Seúl. El banco central estadounidense subió los tipos un 0,5 % este mes y ha señalado que planea acelerar el ritmo del alza a finales de año.
La línea dura de la Fed ha generado preocupación en Seúl ante la posibilidad de que la disparidad de los costes de endeudamiento entre los dos países se revierta en los próximos meses y produzca una fuga de capital que debilite a la moneda local, el won, frente al dólar, lo que encarecería las importaciones.
