La regla del precio especulativo: Presente y futuro del petróleo post COVID-19

La reciente nueva crisis del petróleo vivida hace apenas unas semanas, parece ya objeto del pasado mientras los precios de referencias del oro negro mantienen una tendencia alcista.

Sin embargo, la llamada nueva normalidad producto de las flexibilizaciones en varios países sobre las políticas de aislamiento social subordina la continua alza en las cotizaciones al corto plazo.

Una demanda y oferta delimitada y deprimida correspondida a convulsiones en su precio económico por las volatilidades en sus cotizaciones y la reapertura gradual de las economías de los países determinan el presente en las futuras fluctuaciones del mercado petrolero.En un artículo posterior se distinguían varios factores que intervienen y cuyas repercusiones transforman el precio de crudo a merced del prisma por el cual se esté observando.

Dentro de aquellos factores destaca el precio especulativo ya que, debido a su naturaleza, influye directamente sobre sus cotizaciones.

Ahora, ¿Cómo se ha llegado hasta aquí? ¿Podrá el mercado del oro negro volver a razones de USD$60 por barril? ¿Existe suficiente capacidad de almacenamiento? Son algunas de las inquietudes sobre las cuales intentaran dar respuesta.

El precio económico: antesala y sorpresa de año nuevo
Para finales del año 2019 las tensiones en Medio Oriente no se hicieron esperar: las constantes amenazas entre EE. UU e Irán y la Guerra o Genocidio en Yemen –el precio geopolítico– significaron la continuación de las convulsiones del precio del crudo, empero de haberse gestado una relativa estabilidad entre los meses de octubre a diciembre.

Los sucesos más relevantes estuvieron dados por el ataque yemení a las instalaciones de la petrolera saudí ARAMCO en octubre y el asesinato del general Soleimani en diciembre, estimulando las cotizaciones hasta llegar a los USD$60.00 por barril.

A comienzos y mediados de enero, China como el mayor importador y segundo consumidor de petróleo a nivel mundial, recién aplicaba políticas de restricción social debido al brote de COVID-19, disminuyendo y desarmando así el engranaje de las cadenas de valor, los vuelos comerciales y turísticos desde y hacia el país asiático.

Lo anterior significó un duro golpe a dos países productores de petróleo cuyas exportaciones hacia el gigante asiático representan aproximadamente el 33.00% del total que consume. Específicamente Rusia y el Reino de Arabia Saudita exportan, de manera respectiva, directo a China entre el 18.00% y el 22.00% de todo el petróleo que producen.

La subsecuente disminución de la demanda trajo consigo una reunión de emergencia de los países de la OPEP+ a comienzos del mes de marzo, durante la cual el resultado fue rechazo total de la propuesta por parte de Rusia a disminuir su producción de crudo a petición de Arabia Saudita.

Tal oposición llevo al Reino Saudí a incrementar su producción e inundar el mercado de petróleo, disparando hacia la baja las cotizaciones del West Texas Intermediate (WTI) y el Brent entre 28.00% y 34.00%, respectivamente.

A finales principios de abril, la OPEP+ logró acordar el recorte de 9.7 millones de barriles por día, a los fines de detener la caída en el precio.

No obstante, los precios aun mantenían niveles relativamente altos para los costos de producción de ambas naciones – aproximadamente son USD$10.12 el barril para Arabia Saudí y Rusia con un coste de USD$14.00-, aunque no fue suficiente para detener la caída, degenerando a finales de abril por primera vez en su historia que el WTI se desplomase estrepitosamente hacia terreno negativo, impulsado por dos causas principales:

  1. Un sector petrolero (Shale Gas/Oil) extremadamente endeudado y con “fundamentos financieros frágiles”
  2. Menguada capacidad de almacenamiento

Precios de referencia para el Petróleo: abril – mayo 2020

Fuente: oilprices.com

El precio especulativo: presente
Resulta sugestivo recordar que el oro negro posee varias modalidades de canastas, cotizaciones y, podría decirse, regionalismos.

Ejemplo de ello es que existen, por lo menos, cinco tipificaciones basadas en sus niveles de azufre entre otros, entre las cuales se encuentran la Noruega con su denominación Brent y la estadounidense West Texas Intermediate.

El primero funge como referencia para aproximadamente el 77.85% del mercado mundial de crudo, mientras el ultimo es benchmark del mercado americano.

Ambos cotizan a futuro mediante diferentes tipos de fondos cotizados (ETF’s, por sus siglas en ingles) y notas negociables (ETN, por sus siglas en inglés) permitiendo así una diminución de la exposición a los riesgos de estos mercados y, por consecuencia, a las volatilidades que si bien se invirtiese directamente.

Las características son similares debido a que cotizan en bolsa, sirven como instrumentos alternos y de menor exposición a volatilidades del sector al que se refieran, y están más bien orientados al inversor minorista o retail.

Existe una diferencia fundamental entre los instrumentos mencionados anteriormente: mientras los ETF poseen relación directa con el colateral del que se trate, los ETN carecen de dicha condición.

Justamente estos instrumentos y sus fuertes vínculos especulativos, son los que permean y dan forma a los precios del crudo en los mercados.

Tan implacables son sus efectos que esta semana empujaron nuevamente una caída del 1.8% sobre el WTI, a pesar de haber cerrado la semana con un alza entorno del 5%. Algo similar sucedió con la denominación Brent durante la semana.

El precio especulativo: futuro
A modo de conclusión, acorde a los días vayan transcurriendo y las economías re-comiencen las rutinas bajo la nueva normalidad se tendrá una reconfiguración y tendencia alcista del precio del crudo consideran algunos expertos.

No obstante,  si bien es cierto que el precio del oro negro potencialmente vera recuperado sus precios tal aseveración deja de lado lo complejo que resulta este interesantísimo mercado.

Es posible identificar con cierta precisión algunas características que estaremos presenciando en los próximos días, semanas o meses dependiendo de la evolución en la crisis sanitaria mundial.

Es probable que continúen repuntado noticias sobre una posible incursión en lo que algunos denominan Chinagate con las declaraciones de EE.UU. implicando a Beijín como la culpable por la expansión del coronavirus en la mayoría de los países.

Adicionalmente, las noticias del incremento en el precio por parte del Reino Saudita y el posterior anuncio de Estados Unidos con el retiro de sus activos militares de suelo saudí sumada a la amenazante advertencia del primer mandatario mundial a Irán por su afrenta a un buque naval estadounidense y la puesta en marcha de un misil satelital sin duda alguna contribuyen aún más con el ya convulso mercado petrolero.

Vital importancia posee el hecho de recordar que no únicamente buena parte de la estabilidad económica –y política- de Estados Unidos dependen del precio del crudo, de igual modo la hegemonía del dólar se encuentra cada vez más afectada bien debido a la usanza por parte del gobierno chino de una criptomoneda o bien dado a través de las más recientes caídas frente a otras monedas como lo es el Yen japonés.

Sin mencionar el conato de incursión golpista en Venezuela. En definitiva, los meses posteriores serán de magna importancia para la estabilidad del mercado petrolero, especialmente para el estadounidense.

Sin duda alguna presenciar un EE.UU. más activo en política exterior será la norma a los fines de salvaguardar su industria del Shale Gas/Oil y al petrodólar.

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