«2020 fue un año nefasto para la libertad de prensa en Brasil», dice RSF

"2020 fue un año nefasto para la libertad de prensa en Brasil", dice RSF

Río de Janeiro.- La mayoría de las 580 agresiones a los medios de comunicación en Brasil en 2020 provinieron del presidente Jair Bolsonaro y sus hijos, según un informe divulgado por la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) que calificó al año pasado de «nefasto» para la libertad de prensa.

De acuerdo con el informe, el mandatario brasileño y sus tres hijos legisladores fueron responsables de 469 ataques, lo que corresponde al 85 % de las agresiones de autoridades a los medios de comunicación del país el durante año pasado.

El mayor número de ataques partió del diputado Eduardo Bolsonaro, con 208, seguido del jefe de Estado (103), el concejal Carlos Bolsonaro (89) y el senador Flavio Bolsonaro (69).

Los colaboradores más cercanos del líder ultraderechista también participaron de esos ataques y descalificaciones.

Según el análisis, 11 de los 22 ministros de Bolsonaro atacaron a la prensa en 2020. Damares Alves, titular de la cartera de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, fue la principal agresora, con 19 ataques, seguida del exministro de Educación Abraham Weintraub (17).

El informe de Reporteros sin Fronteras (RFS) también señala que las redes sociales fueron el medio preferido del líder ultraderechista, sus hijos y varios de sus ministros para los ataques.

Sólo en Twitter fueron publicados 489 mensajes hostiles hacia periodistas y medios de comunicación el año pasado.

De acuerdo con RSF, los ataques sexistas y misóginos fueron una de las características más fuertes de los Bolsonaro, y el Palacio de la Alvorada, residencia oficial del mandatario y donde diariamente suele dar declaraciones a sus seguidores, el principal sitio de «humillación pública» para los periodistas.

Para la organización, la hostilidad del «sistema Bolsonaro» refleja «cómo el presidente, su familia y sus partidarios han refinado, durante el último año, un sistema enfocado en desacreditar a la prensa y silenciar a los periodistas críticos e independientes, considerados enemigos del Estado».

Brasil ocupa el puesto 107 en el Ránking Mundial de Libertad de Prensa 2020, establecido por RSF.

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