Estudiantes de Tailandia se manifiestan para pedir reformas democráticas

Bangkok.- En desafío a la ley de emergencia por la COVID-19, cientos de estudiantes se manifestaron en Tailandia para pedir la disolución del Parlamento y una nueva Constitución para acabar con la hegemonía de las élites promilitares y ultramonarquicas del país.


Estudiantes de Tailandia se manifiestan para pedir reformas democráticas
Estudiantes de Tailandia se manifiestan para pedir reformas democráticas

Organizados a través de las redes sociales, grupos de universitarios convocaron diversos actos de protesta en Bangkok y en la provincia de Nakhon Phathom, contra el Gobierno del primer ministro Prayut Chan-ocha, general que tomó el poder en un golpe de estado en 2014 y se ha mantenido en el poder tras ganar las elecciones del año pasado.

«Primero queremos que el Gobierno deje de amenazar al pueblo, a los estudiantes que se manifiestan», dijo a Efe Pumiwat Rangkasiwit, miembro del grupo estudiantil New Life Network, en el campus norte de la Universidad del Rey Mongkut, en la capital, donde los estudiantes escribieron mensajes de protesta en el suelo y pronunciaron discursos bajo la vigilancia de policías uniformados y de paisano.

Pumiwat precisó que la segunda demanda es la derogación de la Constitución, que considera fruto del golpe de Estado de 2014, y la creación de una nueva con la participación de la sociedad, mientras que la tercera demanda sería la disolución del Parlamento y la convocación de nuevas elecciones.

CONTRA EL PODER DE LOS MILITARES
El Ejército ha tomado el poder en Tailandia en 13 golpes de Estado desde el fin de la democracia absoluta en 1932, pero en la historia reciente del país también han sido frecuentes las protestas callejeras contra el Gobierno, incluidas las manifestaciones de 2010 que terminaron de modo sangriento con la intervención del Ejército.

«Prayut está jodiendo mi país», rezaba una de las frases escritas en pancartas blancas en referencia al primer ministro, y, entre los mensajes se podía incluso leer alguna crítica velada al rey, Vajiralongkorn, al preguntar dónde se encuentra, ya que el monarca ha pasado la pandemia en un hotel de lujo en Alemania, donde vive gran parte del año.

Falida, una universitaria de 19 años, manifestó a Efe que si el Gobierno no sabe resolver los problemas económicos del país, debería dimitir y, aunque la estudiante tenía solo 14 años cuando Prayut encabezó el golpe militar de 2014, sugirió que detrás del mismo había una élite monárquica.

Además de las protestas en los campus, estudiantes de diversos niveles, desde la educación secundaria a las universidades, también son activos en las redes sociales, donde expresan sus ideas con etiquetas como #jóvenesporlaindependencia en tailandés.

Los mensajes reflejan el hartazgo de una parte de los jóvenes ante el control casi total del poder de las élites conservadores militares y ultramonárquicas que, en los últimos años, han conseguido derrocar a dos Gobiernos elegidos democráticamente mediante sendos golpes de Estado en 2006 y 2014.

LOS «CIUDADANOS DEL REY»
Entretanto, otros manifestantes de signo opuesto se congregaron en torno al Monumento a la Democracia, en el centro histórico de Bangkok, para defender al Gobierno y la monarquía, con algunos blandiendo carteles que rezaban «los ciudadanos del rey».

La monarquía es un tema delicado en Tailandia, país con una de las leyes de lesa majestad mas punitivas del mundo, que prescribe penas de hasta 15 años de cárcel para los insultos o amenazas al rey.

Al menos ocho activistas críticos con la monarquía han desaparecido en los últimos años en los vecinos Laos y Camboya y los cadáveres de al menos tres de ellos fueron encontrados flotando en el río Mekong; el último caso fue el de Wachalearm Satsakit, de 37 años, que desapareció tras ser secuestrado a plena luz del día por desconocidos en la capital camboyana.

CONTRA LA IMPUNIDAD
Los estudiantes antigubernamentales se oponen a la impunidad de estas desapariciones y al trato de favor dado a millonarios como Vorayuth «Boss» Yoovidhya, uno de los herederos de Red Bull al que la Fiscalía exoneró el pasado junio de todos los cargos por el atropello mortal de un policía en 2012.

La actual ola de protestas en Tailandia comenzó el pasado 18 de julio, cuando unas 2.500 personas, según los organizadores, se manifestaran frente al Monumento de la Democracia y, desde entonces, se han convocado otras manifestaciones en Bangkok y otras ciudades como Ubon Ratchathani (noreste) y Chiang Mai (norte).

Aunque la COVID-19 está bajo control en Tailandia, con 3.304 casos y 58 muertos, la ley de emergencia continúa vigente y ya interrumpió una primera oleada de protestas que comenzaron en febrero tras la disolución por orden judicial del partido Anakot Mai (Nuevo Futuro), que contaba con el apoyo de los jóvenes por sus políticas progresistas contra la élite promilitar.

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