Moscú.- Conforme aumenta el número de los infectados de la COVID-19 en Rusia, las autoridades de este país han decidido reforzar el contingente de médicos con la incorporación de los estudiantes de cuarto y quinto curso de Medicina para frenar el avance de la infección, que ya ha afectado a más de 170.000 personas en este país.
Según la versión oficial, solo los que estén dispuestos a trabajar con enfermos de coronavirus son destinados a «zonas rojas», mientras el resto puede trabajar como personal administrativo y de apoyo.
Al mismo tiempo, varios estudiantes se han quejado de que la «recomendación» oficial en realidad tiene carácter obligatorio y que muchos alumnos temen por sus vidas y las de sus seres queridos, al dudar de la disponibilidad de los equipos de protección necesarios para trabajar con enfermos de la COVID-19.
De acuerdo con los datos de este jueves, en Rusia han sido registrados 177.160 casos de coronavirus y 1.625 fallecimientos.
LOS ESTUDIANTES QUIEREN AYUDAR, PERO PIDEN SEGURIDAD
«La mayoría de nosotros está dispuesta a ayudar, pero solo cuando esa ayuda no ponga en peligro a nuestro entorno (hijos, padres, gente mayor)», dice una petición de los estudiantes rusos en la plataforma Change.org, que han firmado más de 10.000 personas.
Los universitarios piden al ministerio ruso de Sanidad que, si les impone una «pasantía obligatoria» en centros con COVID-19, debe hacerlo «con sensatez y sin sacrificar a los futuros médicos».
En particular, los estudiantes piden que se les provea de todos de equipos de protección necesarios para trabajar con enfermos de coronavirus y crear condiciones para aquellos que puedan poner en riesgo a sus mayores en casa, como un alojamiento temporal alternativo durante la epidemia.
En declaraciones a la prensa, varios estudiantes han expresado su preocupación de que una eventual negativa a trabajar en hospitales que tratan a pacientes con COVID-19 podría llevar a una «falta académica» e incluso a la expulsión de la universidad.
Tampoco les convencen los incentivos financieros que han prometido algunas regiones para los estudiantes que trabajen con enfermos de la COVID-19.
En medio de la polémica, las autoridades de Jabárovsk, Extremo Oriente ruso, cerraron por cuarentena una residencia estudiantil cuyos inquilinos atendían a infectados de coronavirus, informa este miércoles la agencia TASS.
CIFRAS OFICIALES
Según el ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko, en la actualidad en la lucha contra el coronavirus en Rusia participan cerca de 41.000 estudiantes de medicina y médicos residentes.
«Quiero subrayar que en la llamada «zona roja» trabajan solo los que han dado su consentimiento para ello y no tienen contraindicaciones médicas para encontrarse en un lugar peligroso», dijo el titular de Sanidad en una reunión telemática celebrada ayer, miércoles, con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Murashko calificó de «estable» la situación con la disponibilidad de los medios de protección para médicos en Rusia y aseguró que el país produce trajes certificados aptos para ser usados en más de una ocasión.
Junto con los estudiantes, agregó, combaten la infección 110.000 médicos, así como 236.000 paramédicos y enfermeros.
HÉROES DE NUESTROS DÍAS
Al mismo tiempo, los hay también quienes expresan su disposición a estar en primera línea de la lucha contra la enfermedad que, según las autoridades, aún no ha alcanzado su pico en este país.
«Muchos no conocen la situación desde dentro y se orientan por los rumores. No hay tal miedo como para encerrarse en casa y dejar de cumplir con nuestro deber por eso», dijo a la emisora Moskva la estudiante de la Universidad Estatal Sechenov, Sabira Tambieva.
Por su parte, el director del Hospital Filatov de Moscú, Valeri Vechorko, agradeció en Facebook a los estudiantes de medicina su «inestimable» labor en ese centro.
«Hoy día en nuestro hospital trabajan cerca de 270 estudiantes de Medicina. Su ayuda es inestimable. (…) Son las manos y los ojos del personal de plantilla. Viendo esa actitud, estoy seguro de que nuestra medicina tiene un gran futuro», escribió.
También la Universidad Estatal de Medicina de Perm, en los Urales, publicó un comunicado en el que ensalza la labor de sus estudiantes en medio de la pandemia y ofrece los nombres y las fotos de algunos de sus «héroes», que optaron por «ser fieles a su vocación, pese a todas las dificultades».
MUERTES ENTRE LOS SANITARIOS
Según fuentes médicas, desde el inicio de la pandemia en Rusia ha fallecido más de un centenar de sanitarios, sin que esta cifra haya sido confirmada oficialmente.
Pero los facultativos han hecho una «Lista de la Memoria», disponible en línea, que van actualizando conforme reciben datos de sus compañeros.