Miami.- Al menos 2.592 personas han resultado contagiadas del SARS-Cov-2 durante un viaje en crucero o inmediatamente después y 65 han muerto, según una investigación del diario Miami Herald, que critica que tanto esta industria como las autoridades sanitarias han mantenido el silencio sobre las cifras «reales».
«Eso es mucho más de lo que la industria o los funcionarios de salud pública han reconocido», señala.
El diario de Miami, que ha hecho seguimiento de la pandemia desde la aparición del brote, subraya que las navieras emprendieron viajes minimizando el problema y a sabiendas de los alcances del contagio.
El Herald halló casos de coronavirus relacionados con al menos 54 cruceros, una quinta parte de la flota mundial de estos navíos.
La publicación ha reunido cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.(CDC), los departamentos de salud extranjeros, informes de noticias, compañías de cruceros y entrevistas con pasajeros y tripulación.
«Los pasajeros y la tripulación pagaron el precio de la decisión de la industria de seguir navegando, y la reticencia del Gobierno de Estados Unidos de cerrarla, incluso después de que el peligro se hizo evidente a principios de febrero», señala el Miami Herald.
Aclara, sin embargo, que es posible que algunas de estas personas se contagiaran mientras estaban en sus respectivos barcos y que también es probable que otros pasajeros y tripulación contraigan el virus sin desarrollar síntomas o hacerse la prueba.
Desde principios de la pandemia, los CDC recomendaron a los estadounidenses no viajar en cruceros, muchos de ellos con sede en el sur de Florida, por temor a que se produjeran focos de la nueva enfermedad a bordo de varios de ellos.
Los puertos de las ciudades de Miami o Fort Lauderdale (una ciudad unos cincuenta kilómetros al norte) son la puerta de entrada y de salida para gran parte de los miles de cruceros que entran en los Estados Unidos todos los años.
El pasado 14 de marzo, los CDC emitieron una orden que prohibía a estos barcos navegar en aguas estadounidenses, un día después de que la industria ya había acordado detener nuevos cruceros.
Sin embargo, los cruceros aún en curso continuaron, a veces buscando durante semanas un puerto que aceptara los barcos, como fue el caso del Zaandam y el Rotterdam que solicitaron desembarcar en más de una docena de países sin éxito.
El pasado 10 de abril los CDC reportaron que habían unos 100 cruceros aún en el mar en las costas estadounidenses, tanto la este, la oeste, como la del Golfo de México, con casi 80.000 tripulantes a bordo.
