Panamá.- Un sistema de monitoreo con ultrasonido fue instalado en un área del Caribe de Panamá para detectar y conservar poblaciones de manatíes, una especie amenazada por la caza ilegal y la degradación de su hábitat, en un proyecto que científicos esperan extender por Centroamérica.
El sistema «de información y alerta» se encuentra en aguas de la comarca Ngäbe-Buglé y Changuinola, cerca de la frontera con Costa Rica, donde hay una alta incidencia de manatíes (hasta 100 animales).
La idea es registrar la población de estos mamíferos marinos herbívoros y preservarla, dijo en un foro virtual el científico de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP, estatal) Fernando Merchán.
La UTP impulsa el proyecto junto con el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, la ENSEIRB-MATMECA de Francia y la Secretaría Nacional de Ciencia tecnología e Innovación (SENACYT) panameña.
Los manatíes emiten sonidos para comunicarse, lo que permite a los expertos recoger las ondas y hacer un monitoreo. Este método ya permitió «obtener cerca de 5.000 vocalizaciones entre ríos (…) suficiente para estimar las posibles poblaciones de manatíes», explicó Merchán.
Actualmente, hay hasta cinco aparatos grabando en el noroeste del Caribe panameño. Los hidrófonos instalados en puntos estratégicos -como comedores comunes- a una profundidad de tres metros bajo el agua recogen información durante cuatro meses, explicó el científico del Smithsonian Héctor Guzmán.
«Tenemos una base de hasta 5 años de monitoreo continúo», señaló Guzmán, quien apuntó que en la comarca Ngäbe Buglé instalarán dos aparatos nuevos en cuanto sea posible.
Los científicos también buscan instalar señalizaciones en las zonas donde haya una alta población de manatíes para indicar una disminución en la velocidad de las embarcaciones, una de las amenazas de estos animales que chocan contra los navíos.
Al año mueren hasta cuatro manatíes, incidiendo en crías y hembras, en el noroeste de Panamá, dijeron los expertos.
El sistema también se puede aplicar para la conversación de otras especies, y Merchán explicó que esperan extenderlo a Costa Rica y Honduras, ya que los manatíes emigran desde el Golfo de México hasta Brasil.
UNA OPORTUNIDAD DE IMPULSAR EL ECOTURISMO EN PANAMÁ
Los manatíes habitan en los ríos y zonas costeras del Caribe panameño sobre todo en la comarca indígena de los Ngäbe Buglé, uno de los siete pueblos originarios de Panamá, quienes participarán en el proyecto de conservación a través del trabajo de campo.
Este proyecto puede ser una oportunidad para los habitantes de la zona ya que pueden explotar el turismo sostenible.
«Las tecnologías que hemos desarrollado para la información y alerta pueden ser utilizadas para una estrategia ecoturística», señaló Merchán.
El ecoturismo es una variable que Panamá estudia para incrementar el sector, deprimido desde hace años y en incertidumbre tras la COVID-19.