Hoy estamos saliendo de una temporada Aries, dónde vimos más claro hacia dónde dirigimos nuestros esfuerzos, nuestros verdaderos deseos y ganas de realizarnos.
El Sol y Mercurio ingresan hoy en Tauro, y se une a Venus y Urano ya posicionados, en el signo del patrimonio material e intelectual.
El arquetipo que nos propone observar nuestro sentido de seguridad, capacidad de concreción y perseverancia, sin dudas este tiempo es idóneo para pensar en nuestros recursos, cómo incrementarlos o de qué forma gestionar lo que tenemos de forma inteligente.
«La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas», Karl Marx.
Venimos de un período en el cual, las limitaciones en el uso de los recursos, nos hizo cambiar nuestra forma de consumo pero también no es menos importante destacar, que nuestra forma de inversión a su vez fue probada y cientos de veces cuestionada por un evento de clase mundial como la pandemia. A nivel colectivo, este ciclo taurino vuelve a enfocarnos en nuestra relación con el dinero y los bienes materiales, para dar paso a concretar las nuevas formas de manejar lo económico.
En términos personales, el ciclo taurino es una renovación de la conciencia acerca de
lo que es valioso para nosotros a nivel personal, sin dudas, el cambio en nuestras perspectivas sobre lo que antes valorábamos en mayor o menor medida, es un punto a considerar. Mercurio en Tauro, es un empuje lógico hacia ese aprendizaje de volver a conectar con una seguridad que se vio conmovida, y que es necesario volver a construir desde una nueva forma de pensar y ver el mundo.
Sensibilizarnos a conectar con los placeres y el disfrute en general, es otro de los atributos de Tauro. La capacidad de ser sensibles a nuestra necesidad de bienestar a través de la complacencia a nuestros sentidos y el contacto con el mundo exterior. Hay mucho por lo cual sentir y conectar con el mundo exterior para crear bienestar interior. Este es el toque de Venus en Tauro, que nos propone apreciar todo lo bello y sensual, lo armonioso, y lo que nos da confort para sentirnos alegres y plenos.
Lo inusual, disruptivo, y «sui generis» de Urano en Tauro, es una chispa de cambio y deseo de lo nuevo, que nos da una adaptabilidad impropia de este arquetipo que sin dudas gusta de la seguridad, lo cual puede significar cierta inamovilidad o resistencia, en un mundo que está constantemente en vorágines de cambio.
La propuesta del universo es: Desde una nueva manera de disfrutar, sentir, además de buscar bienestar y seguridad, AGREGAR VALOR A TU EXISTENCIA.
