Santo Domingo.- El Gobierno condenó «enérgicamente» la actividad multitudinaria celebrada ayer en Puerto Plata, iniciada por un peregrino que profetiza que Dios «limpiará» el mundo del coronavirus.
El ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, recordó a las autoridades locales y a toda la población la prohibición expresa de realizar cualquier tipo de actividad que implique la aglomeración de personas así como la permanencia en las calles sin el debido distanciamiento social.
«Entendemos, por tanto, que es un acto de gravísima irresponsabilidad por parte de aquellas autoridades locales que no solo han permitido sino también incentivado la participación en esta actividad», dijo Montalvo en una declaración a la prensa.
El ministro también consideró «inaceptable» que autoridades policiales de la provincia de Puerto Plata adoptaran «una actitud pasiva» frente a la actividad religiosa.
«El director de la Policía Nacional ha ordenado una exhaustiva investigación para determinar responsabilidades e imponer sanciones a quien corresponda», aseguró.
Montalvo recalcó que el país está «avanzando en el camino correcto, ralentizando el avance del virus» y advirtió de que si se vulneran las medidas que han permitido estos progresos podría conducir al país «a situaciones de grave peligro, disparando el número de casos».
Centenares de personas se aglomeraron ayer en Puerto Plata para acompañar al peregrino Mildomio Adames, quien afirmó que ha tenido una revelación divina, según la cual debería depositar una cruz en el mar, para hacer que Dios acabe con la pandemia de COVID-19.
En la caravana participó un automóvil con propaganda electoral del nuevo alcalde de la ciudad, Roquelito García, y fue escoltada por vehículos de la Policía Nacional y del servicio de emergencias 911.
