El futbolista ha perdido patrocinadores, tiene sus cuentas bloqueadas y debe hacer frente a indemnizaciones.
Tras efectuar la transferencia del millón de euros que figuraba como fianza y que pedía la Audiencia de Barcelona, Dani Alves ya se encuentra en libertad provisional. Catorce meses y cinco días después, el brasileño ha salido de la cárcel “Brians 2” de la ciudad condal y ya pisa el firme suelo de la calle.
Este margen de tiempo es más que suficiente para que su vida haya dado un giro de 180 grados, que ha terminado por posicionarle en una circunstancia colmada de problemas que van desde el aspecto económico hasta el umbral deportivo.
Más allá de la condena, su ingreso en prisión supuso, al mismo tiempo y casi de facto, su retirada deportiva: Pumas, el conjunto mexicano en el que militaba justo cuando estalló su caso, no dudó en despedir al lateral reclamándole, al mismo tiempo, una indemnización de 4.5 millones de euros.
Sin patrocinadores y con las cuentas bloqueadas
Si bien este doble varapalo económico fue duro, las consecuencias no habían hecho más que convertirse en cascada. En 2023 se vieron mermados sus ingresos tras rescindir la empresa de apuestas deportivas 1xPartner el contrato que tenía con él; idéntica decisión, también motivada por el escándalo que supuso su violación y lo perjudicada que se vio su imagen pública, adoptaron la marca de ropa Ethika y la compañía de seguros Hygia Saúde. Uno a uno estaban cayendo todos sus patrocinadores.
La conclusión que gran parte de la sociedad extrajo era la de que no importaba aquello porque, efectivamente, el dinero que ha ganado durante toda su carrera puede soportar no pocos imprevistos y baches monetarios. No obstante, los problemas judiciales que protagonizó junto a su primera mujer, Dinorah Santana, quien tiene abierto un contencioso con Alves por la prensión que le pasa a sus dos hijos adolescentes, le ha llevado a tener sus cuentas bancarias bloqueadas.
Es decir, lo expuesto tiene como principal consecuencia que no puede disponer del dinero que ha ganado durante su dilatada trayectoria futbolística. Según hizo público La Voz de Galicia, el futbolista tendría dos cuentas abiertas en La Caixa: una vacía y otra con 51.000 euros. Esto se torna dramático si se contempla que, además, debe hacer frente a un embargo de carácter judicial que asciende a los 50.000.
Bien es cierto que se encuentra a la espera de cobrar 9.2 millones de euros por el juicio que ganó a Hacienda, pero este ingreso, no es, sino el lado bueno de una cascada de golpes económicos que esbozan el retrato de una realidad muy diferente a la de hace dos años: la que se ha encontrado al poner un pie en la calle.
