Manila, Filipinas.- En un momento imborrable de esta Copa Mundial de la FIBA, Sudán del Sur obtuvo el sábado la primera plaza olímpica de su país en cualquier deporte, y lo hizo con un equipo repleto de refugiados y de hijos de refugiados de la nación devastada por la guerra.
«Las Estrellas Brillantes», como se las conoce, ganaron la candidatura asignada a África con una victoria por 101-78 sobre Angola, lo que provocó lágrimas y abrazos de los jugadores mientras varias docenas de aficionados ondeaban la bandera del joven país.
El arquitecto del triunfo Sursudanes, Luol Deng
Ganaron el premio con un récord de 3-2 en Manila, superando a todos los demás equipos africanos sólo 3 años después de que el ex All-Star de la NBA Luol Deng se hiciera cargo del programa, que ha financiado en gran parte personalmente y ha llenado reclutando a jugadores con ascendencia sursudanesa.
«Es una historia increíble. Es una historia de los No Favoritos, no sólo para los sursudaneses, no sólo para África, sino para el resto del mundo», dijo Deng mientras luchaba por contener las lágrimas.
«Es una historia reconfortante con la que la mayoría de la gente puede identificarse. Es un logro único porque va más allá del baloncesto».
Japón también se unió al campo olímpico el sábado como el equipo asiático mejor clasificado en la Copa del Mundo, asegurando su candidatura con una victoria por 80-71 sobre Cabo Verde.
El equipo
Hace tres veranos, Deng eligió al ex jugador de la NBA y viejo amigo Royal Ivey para que fuera el entrenador en jefe del equipo. Ivey, asistente de los Houston Rockets, comenzó las prácticas en pisos de concreto y canchas al aire libre que a veces estaban inundadas.
El equipo practicó y jugó en lugares desde Kenia hasta Túnez y Australia para clasificarse para la Copa Mundial por primera vez y abrir la puerta al logro.
«Ha sido un viaje lleno de humildad. Tuve dolores de cabeza, tengo muchos flujos y reflujos, y es un gran sentimiento en este momento», dijo Ivey, un veterano de 10 años de la NBA que fue mentor de Deng cuando llegó a la misma escuela secundaria en New Jersey.
«Hace un año estábamos practicando afuera con águilas volando alrededor mientras practicábamos y las canchas estaban inundadas. Me gustaría ir desde allí para venir a jugar frente a estos fanáticos en Filipinas, y estoy en la nube nueve en este momento”.
El equipo está lleno de historias inspiradoras más allá de Deng, cuya familia dejó Sudán para ir a Inglaterra cuando él era un niño. Desde mediados de la década de 1950, ha habido una serie de guerras civiles en Sudán y Sudán del Sur, que se independizaron en 2011, que han desplazado a millones.
El jugador de la NBA Wenyen Gabriel, que anotó 15 puntos y 10 rebotes el sábado, nació en Sudán, pero su familia huyó a Egipto cuando tenía dos semanas. Más tarde llegó a Manchester, New Hampshire, una de las ciudades santuario que acogió a muchos de sus compañeros de equipo.
Nuni Omot, que anotó 17 puntos en la victoria, nació en un campo de refugiados sudaneses en Kenia antes de mudarse más tarde a Minnesota. Jugó en la NBA G League la temporada pasada.
Kacuol Jok, que anotó tres puntos en el partido, nació en Sudán antes de que su familia huyera a Uganda después de que su abuelo y su padre murieran en guerras civiles. Finalmente se mudó a Des Moines, Iowa, y luego protagonizó la Universidad de Iowa.
Una de las historias del torneo fue Khaman Maluach, de 7 pies 2 pulgadas y 16 años, quien ya es considerado un prospecto para el draft de la NBA de 2025. Maluach, que anotó cinco puntos y cuatro rebotes contra Angola, era un refugiado que vivía en Uganda cuando fue descubierto y se ha estado desarrollando en la NBA Academy Africa en Senegal.
«Esto ha sido como una película», dijo Maluach.
Muchos otros jugadores provenían de familias que se mudaron a Estados Unidos, Australia o Canadá. La mayor parte del equipo se reunió este verano, ya que en competiciones anteriores sólo seis jugadores habían jugado para la selección nacional.
«Ha sido increíble; es una experiencia nueva para todos», dijo el ex jugador de Filadelfia Marial Shayok, quien anotó 18 puntos en la victoria. «Es un país nuevo, es un equipo nuevo, y todos estamos tratando de asimilarlo todo como grupo y simplemente crecer juntos».
El base Carlik Jones, que juega en los Chicago Bulls y fue Jugador del Año de la G League la temporada pasada con los Windy City Bulls, ha sido una de las estrellas del Mundial. Terminó con 26 puntos y un récord de 15 asistencias.
Y llevará su juego a París el próximo año, donde Sudán del Sur será uno de los 12 equipos que se clasifiquen.
«Significa el mundo, significa el mundo para la gente en casa», dijo Jones, quien nació en Cincinnati de padres sudaneses. «Es simplemente una bendición».
