Roma.- Florencia reabre su catedral desde mañana al público, que podrá visitarla de forma gratuita hasta final de mes y siempre con reserva previa, después de más de dos meses cerrada como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que ha dejado en Italia más de 32.000 muertos.
A esta apertura, le seguirán la del Palacio Pitti el 28 de mayo y la de la Galería de los Uffizi el 3 de junio.
Desde mañana será posible volver a admirar el interior de la catedral de Florencia, el baptisterio, el campanario de Giotto y el museo de la Opera del Duomo, y solo hasta finales de mayo se podrá hacer de forma gratuita.
Habrá que esperar, sin embargo, hasta el 18 de junio para visitar la cúpula de Brunelleschi, que permanecerá cerrada para permitir la realización de labores de mantenimiento en el sistema de iluminación, suspendidos por la emergencia sanitaria.
Tampoco abrirá por ahora la cripta de Santa Reparata, ya que no se dan las condiciones necesarias para garantizar las visitas con seguridad.
La reapertura de estos monumentos es fundamental para Florencia, que sufrirá indudablemente el impacto del descenso del turismo por las cancelaciones masivas ante el miedo a los contagios.
El presidente de la Opera di Santa Maria del Fiore, que gestiona los diferentes monumentos asociados a la catedral de Florencia, Luca Bagnoli, destacó en un comunicado que la apertura es un mensaje claro a los italianos y extranjeros: Florencia está preparada para acoger en condiciones de seguridad a todos los turistas que quieran visitarla.
Aun así, la caída del turismo por la pandemia penalizará a estos monumentos que, según sus cálculos, registrarán una caída en los ingresos de «aproximadamente 20 millones, el equivalente a cuatro años de restauraciones» perdidas.
La emergencia sanitaria obligará a una reorganización de las actividades culturales programadas para este año y a la inevitable suspensión de algunos actos, como la celebración del 600 aniversario del inicio de la construcción de la cúpula de Brunelleschi.
A partir del 1 de junio, los monumentos podrán ser visitados los fines de semana y también el 24 de junio, que se celebra la festividad de San Giovanni, patrono de Florencia.
Durante los siguientes meses los horarios podrán ampliarse en función de los flujos turísticos y la intención de los organizadores es ir dilatando los tiempos de forma gradual para llegar a abrir todos los días al público lo antes posible.
Por el momento, las visitas tendrán que ser con reserva anticipada y el aforo se verá reducido significativamente: el número de entradas pasarán de ser 3.500 por día, según cifras de 2019, a un máximo de 1.000 turistas en el Museo de la Opera del Duomo y 80 en el campanario de Giotto.
Desde el 18 de junio podrán visitar la cúpula de la catedral un total de 304 personas cada fin de semana, mientras que antes de la pandemia lo hacían 2.600 turistas al día.
La Opera di Santa Maria del Fiore es la primera institución del mundo en adoptar una nueva tecnología dentro del museo que permitirá garantizar la distancia de seguridad entre los visitantes: se trata de un dispositivo que es entregado de forma gratuita al inicio del recorrido y que suena, vibra y se ilumina si se supera la distancia mínima permitida.
El aparato debe ser devuelto al finalizar la visita para que sea desinfectado, y el sistema es anónimo y no rastrea movimientos ni datos.