Estamos finalizando el segundo tercio del año, y el sol ingresó el pasado 21 de Mayo, al signo de Géminis, primer arquetipo de la tríada que junto a Libra y Acuario, aportan el elemento aire en el zodiaco.
El aire como elemento es el matiz mental y/o racional, así que nos encontramos en un mes donde la energía Géminis se pone de manifiesto, en la necesidad de satisfacer nuestra curiosidad de todo, por ende las dudas nos llevan a formularnos preguntas y satisfacerlas buscando el aprendizaje, yendo por las respuestas.
Regido por el planeta Mercurio que domina la mente concreta y la comunicación, Géminis es el signo que se caracteriza por comunicar en una forma muy versátil, una misma idea. De hecho, integrar la energía geminiana en nuestra vida, aporta la ventaja de poder identificar las distintas caras de algo, y esto sin dudas crea una capacidad de experimentar de forma diferente eventos cotidianos, que por muy sencillos o triviales que parezcan, la inteligencia que proporciona este arquetipo, prepara nuestros ojos y nuestra mente para identificar posibles enseñanzas que nos lleven a trascendencia. Géminis es poder aprender a través de nuestra curiosidad, de forma empírica, pero también de forma social. El intercambio de ideas, las conversaciones, lo intelectual en general es donde podemos aseverar que la energía del signo de los gemelos, se manifiesta en todo su esplendor.
Es un momento del año donde el contacto social, tanto para renovar vínculos como también para conocer gente nueva, se da con mucha facilidad. La capacidad de conexión otorgada por la energía geminiana, está en el ambiente.
Los eclipses en la astrología, más que un evento astronómico donde la luna o el sol pierden su luz, marcan un final o inicio de etapas en los ejes donde estén en actividad. Los nodos de la luna o del karma, son unos puntos matemáticos de la órbita lunar, que tienen como objetivo en la astrología, acercarnos a nuestra identidad no descubierta, misión existencial y camino de realización mediante su activación con los eclipses.
Tendremos el primer eclipse del año, este 26 de Mayo, en el eje o axis del conocimiento en el zodíaco, ocupados por los opuestos complementarios Géminis-Sagitario. Será un eclipse lunar en Sagitario, que supone un momento de depuración y clímax emocional.
Géminis nos provee la curiosidad y herramientas para entender mejor las etapas que vivimos, para desarrollar nuestra capacidad intelectual de recibir información, y Sagitario se encarga de revelar cuáles verdades están obsoletas, que filosofía desfasada ya no funciona, dónde por temor al cambio o a asumir responsabilidades estamos siendo exageradamente optimistas, dónde debo desaprender para volver a aprender, y convertir ese aprendizaje no solo en información sino en una filosofía, en una experiencia de vida. Son eventos que nos marcan, que generan un antes y un después, y donde la clave es comprender que la sabiduría universal nos indica por donde es el camino, siempre y cuando estemos dispuestos a dejar atrás lo que no es factible e impide nuestro enriquecimiento espiritual y evolución.
Cabe descartar, que ya para estos días tenemos mucha energía geminiana activa con Mercurio y Venus actuando en este signo. El interés y el atractivo, los placeres y las relaciones están siendo motivados por la comunicación, la inteligencia, el intercambio de ideas.
¡Feliz tránsito!
“Todas las ideas, incluso las sagradas, deben adaptarse a nuevas realidades”, Salman Rushdie.
