Roma.- Italia inicia mañana lo que ha llamado «Estados Generales de la economía», una reunión en la que participarán el Gobierno, los agentes sociales y también economistas y figuras institucionales, con la intención de diseñar un plan para sacar al país de la crisis económica derivada del coronavirus.
Poco se sabe de esta iniciativa impulsada por el primer ministro, Giuseppe Conte, con la que el Ejecutivo tratará de planificar una hoja de ruta para los próximos meses, una batería de medidas con la que mitigar los efectos de la crisis económica derivada de la pandemia de la COVID-19 y que Italia quiere financiar en gran medida con las ayudas de la Unión Europea (UE).
Para empezar, el Palacio de Villa Doria Pamphilj -sede oficial de representación del Gobierno de Italia- acogerá estas reuniones, que serán a puerta cerrada, los medios italianos apuntan a que podrían durar una semana, pero no hay un programa ni tampoco se conoce quiénes serán los participantes.
Según estas informaciones, se espera que mañana intervengan por videoconferencia la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, pero fuentes del Gobierno consultadas por EFE se han limitado a subrayar que se están ultimando los detalles.
La idea es que mañana y la próxima semana se den cita en este palacio romano miembros del Gobierno, empresarios, secretarios generales de los principales sindicatos y economistas de renombre para que cada uno aporte ideas que sirvan para relanzar el país.
Conte también ha intentado involucrar a la oposición, pero la coalición de derechas, formada por la Liga, de Matteo Salvini, Hermanos de Italia y Forza Italia, ha rechazado su invitación.
La propuesta, que en Italia ha recordado de inmediato a los Estados Generales de Francia de 1789 del rey Luis XVI, ha contado con el apoyo inmediato del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), pero chocó inicialmente con las filas del otro socio principal del Gobierno, el PD, que criticó a Conte que hubiera actuado de forma unilateral, y argumentó que se necesitan semanas, y no días, para trabajar en un proyecto realista que evite una recesión profunda.
Según las estimaciones del Ejecutivo, la economía italiana se contraerá un 8 % en 2020, pero el Banco de Italia cree que lo hará un 9,2; la patronal italiana, un 9,6 %; el Fondo Monetario Internacional un 9,1 %; y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), un 11,3 %.
Italia necesita un plan de reformas e inversiones concreto para beneficiarse de los recursos de la Unión Europea, en especial de los del Fondo de Recuperación, que la Unión todavía tiene que aprobar y que, según la propuesta de la Comisión Europea, contará con 750.000 millones de euros, de los que 500.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones y 250.000 como préstamos.
Italia podría recibir hasta 172.745 millones, de los que 81.807 millones serían a fondo perdido.
En estas reuniones que arrancan mañana también se debatirá la posibilidad de que Roma acuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que en el país es tan polémico, aunque será el Parlamento el que tome la decisión al respecto.
Y sin duda se estudiará el documento «Iniciativas para la Recuperación – Italia 2020-2022», que ha elaborado un equipo nombrado por el gobierno y dirigido por el exconsejero delegado de Vodafone Italia Vittorio Colao, que propone medidas como favorecer los incentivos fiscales o las inversiones públicas y privadas.
